Las palabras importan cuando se trata del trastorno por uso de sustancias. Las actitudes negativas, los estereotipos y la discriminación contra las personas que luchan contra un trastorno por uso de sustancias (TUS) a menudo conducen a juicios sociales y barreras para buscar ayuda o apoyo. Este estigma a menudo está respaldado por lenguaje y palabras dañinos que todavía se usan comúnmente hoy en día dentro de las comunidades sociales de personas que luchan contra el trastorno por uso de sustancias.
Usar un lenguaje que priorice a la persona y evitar términos negativos comunes puede ayudar a desestigmatizar la enfermedad para que las personas se sientan lo suficientemente seguras como para buscar ayuda.
Comprender el estigma y el trastorno por uso de sustancias
El estigma del TUS se refiere a las actitudes negativas, los conceptos erróneos y la discriminación dirigidos a las personas que luchan contra el uso de sustancias o la adicción. A través del estigma, la sociedad a menudo etiqueta a las personas con adicción como moralmente débiles, carentes de fuerza de voluntad o irresponsables. Este estigma a menudo conduce a la vergüenza, el aislamiento y la marginación.
El estigma obstruye el acceso al apoyo y los recursos necesarios. El miedo a ser juzgados por la sociedad puede impedir que los afectados busquen atención médica crítica, asesoramiento o redes de apoyo. Como resultado, las personas pueden ocultar su condición, empeorando su situación y disminuyendo sus posibilidades de recuperación.
El impacto del estigma se extiende más allá del individuo y llega a sus familias y seres queridos. El estigma social que rodea a los TUS puede provocar relaciones tensas, aislamiento y redes de apoyo social limitadas tanto para el individuo como para sus familias.
Cómo cambiar el estigma del trastorno por consumo de sustancias a través de la conversación
Al combatir el estigma, promover la empatía y crear espacios seguros para el diálogo abierto, podemos ayudar a derribar barreras, alentar a las personas a buscar ayuda sin temor a ser juzgadas y, en última instancia, apoyar su camino hacia la recuperación y el bienestar.
Términos a evitar
Evite el uso de lenguaje estigmatizante que transmita estereotipos o etiquetas negativos, como "adicto", "adicto" o "abusador". Estos términos tienen connotaciones críticas y pueden evocar sentimientos de vergüenza. En su lugar, opte por un lenguaje que dé prioridad a la persona, reconociendo primero al individuo en lugar de definirlo por su condición. Utilice términos como "persona con trastorno por uso de sustancias", "individuo en recuperación" o "alguien que enfrenta una adicción".
Abordar el estigma cuando lo escuchas
Cuando te enfrentas al estigma, puedes combatir estos conceptos erróneos respondiendo con empatía, comprensión e información objetiva. Empiece por reconocer la naturaleza dañina de las palabras sin culpar ni juzgar. Participar en conversaciones abiertas para educar a otros, compartiendo información precisa sobre el TUS como una condición de salud compleja en lugar de una falla moral. Resalte que la adicción es un problema médico que involucra cambios en el cerebro y, como cualquier otra condición de salud, requiere compasión, apoyo y tratamiento adecuado.
Si es apropiado, ofrecer historias y experiencias personales puede humanizar el problema e ilustrar que el trastorno por uso de sustancias afecta a personas de todos los ámbitos de la vida. Fomente la empatía enfatizando que las personas que enfrentan una adicción merecen comprensión, respeto y acceso a recursos para su recuperación sin temor a la discriminación.
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